Darse un paseo en bicicleta por las profundidades marinas debe de ser
el sueño de mucha gente, o, bueno, quizás el de unos cuantos. La
resistencia del mar pondría las cosas realmente difíciles y supondría
cuanto menos un reto, sobre todo si llevamos un chaleco reflectante y
una cajita de gusanos para darle emoción.
La FitWet Jet Bike no trae esa experiencia a nuestra casa sino algo parecido: una bicicleta estática introducida en un jacuzzi,
para que podamos relajarnos mientras aumentamos las pulsaciones, algo
que en principio parece una antítesis pero que a juzgar por las imágenes
hace feliz a mucha gente.
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